Bebé

[vc_row css_animation="" row_type="row" use_row_as_full_screen_section="yes" type="full_width" angled_section="no" text_align="left" background_image_as_pattern="without_pattern" z_index=""][vc_column][vc_column_text] Una intervención muy normalizada pero sin evidencia científica [/vc_column_text][vc_separator type="transparent" up="25" down="25"][/vc_column][/vc_row][vc_row css_animation="" row_type="row" use_row_as_full_screen_section="no" type="full_width" angled_section="no" text_align="left" background_image_as_pattern="without_pattern" z_index=""][vc_column][vc_column_text]Con este artículo queremos difundir un relato que escuchamos en consulta mucho más de lo que sería deseable, los bebés y las familias necesitan más respeto y evidencia en este tema, los CIRCUITOS DE LACTANCIA deberíamos ser revisados y mejorados. "Nace mi bebé y mi pecho empieza a estar mal en las primeras 24 horas de vida del bebé. Mi bebé no se agarra bien y me hace mucho daño, incluso heridas en el pezón...

El llanto “normal” del bebé es un llanto comunicativo, de corta duración y consolable en cuanto atendemos sus necesidades.   Pero en ocasiones el bebé llora de forma intensa e inconsolable durante un rato largo, incluso horas y hagamos lo que hagamos no se consuela.   Son bebés que si no están comiendo o durmiendo están llorando. En ocasiones los padres lo relacionan con síntomas digestivos como gases, reflujo, arqueo, rigidez y movimientos bruscos de brazos y piernas.   Nosotros definimos el cólico del lactante como una alteración de los sistemas de adaptación a la vida extra-uterina, el bebé reacciona de forma excesiva a estímulos que no corresponden,  no está sufriendo, pero sí está expresándolo de la forma que sabe, con su llanto.   En ocasiones hay una clara relación con alteraciones del sistema digestivo precisando entonces cambios en la ingesta.   La Osteopatía ayuda al bebé a regular el equilibrio entre el sistema nervioso y el digestivo integrando ambos aspectos en la función general del cuerpo.     ...

  Los primeros instantes tras el nacimiento del bebé se ponen en marcha todos los sistemas fisiológicos de estrés fetal: respirar, llorar, succionar, deglutir, digerir, dormir… todo necesita de un periodo de adaptación a la vida extrauterina.   En las primeras semanas los problemas más habituales tienen relación con esa puesta en marcha de los sistemas de alerta del bebé.   Nos encontramos con alteraciones de la lactancia, el sueño y la digestión, acciones que son cruciales para el buen desarrollo de los recién nacidos.     La Osteopatía en el neonato necesita de una atención profesional muy especializada....

La lactancia materna es el mejor alimento para el bebé, sin embargo los inicios a veces son difíciles y dar con la ayuda adecuada es crucial. La tendencia actual es simplificar los problemas a un único origen,  el famoso y con poca evidencia científica “corte del frenillo sublingual”.   La realidad de la mayoría de casos es que el origen de los síntomas es multifactorial siendo necesario el abordaje de todos los sistemas implicados en el amamantamiento, tanto la coordinación y efectividad de la succión-deglución del bebé como el estado inmunológico y emocional de la mamá.   La representación de la boca, de los labios y de la lengua en el cerebro humano es la mayor de todo nuestro cuerpo junto con la mano y los genitales. Esto indica la gran relevancia cerebral que tienen el conjunto de sensaciones orofaciales del bebé a la hora de mamar. Amamantar requiere del equilibrio biológico entre la mujer que acaba de parir y su cría que acaba de nacer.   La Osteopatía analiza las verdaderas causas del problema poniendo el foco del tratamiento tanto en el bebé como en la mamá. Las situaciones clínicas más frecuentes en consulta son dolor al amamantar, grietas y heridas en los pezones, mal agarre, obstrucciones repetitivas, poca ganancia de peso del bebé…todos ellas precisan de tratamiento osteopático para conseguir que el amamantamiento sea óptimo en poco tiempo....

Desde que iniciamos nuestro primer día de vida en el útero hasta los 2 años de edad vivimos el periodo más importante de formación y desarrollo de los sistemas corporales que determinarán nuestra salud en edad adulta. Esta corta ventana de tiempo donde se sabe que el impacto en nuestra salud adulta es muy grande, habitualmente está desatendida en la sociedad actual debido a nuestro ritmo de vida y la falta de atención profesional con una visión general de los bebés y sus famílias. El grueso de los problemas de esta etapa son funcionales, podríamos decir "menores", pero suelen ser atendidos por especialistas habituados a atender problemas específicos de un ámbito en concreto, donde el conjunto de la globalidad del funcionamiento del cuerpo queda en un segundo plano. Alimentación, descanso, apego, contacto físico, relación con el entorno...

A partir de los 6 meses se inicia la alimentación complementaria. Es de vital importancia la correcta introducción de los alimentos que cambiarán la función de todo el sistema digestivoy por tanto del sistema inmune y endocrino. En esta etapa la columna dorsal y la estabilización de la cintura escapular tienen el protagonismo.   El bebé se sostiene sentado de forma autónoma y el control de los brazos y la manipulación de objetos empieza a perfeccionarse. La columna cervical ya trabaja muchas horas en vertical contragravedad y el control del movimiento de la cabeza, la lordosis cervical y el tono dorsal ya están bien establecidos.   El bebé empieza a experimentar desplazamientos cortos por el suelo de diferentes maneras siendo el gateo simétrico la más común. La columna lumbar y las caderas inician su despertar y será entonces cuando las piernas empiecen a coger fuerza para dar lugar a la experimentación para ponerse de pie.   La actuación del osteópata en esta etapa es muy diversa ya que es donde más cambios se producen en la función de la columna vertebral y sistema nervioso. Los motivos más habituales de consulta son relacionadas con el neurodesarrollo, visitas para saber si se está desarrollando de forma correcta ya que hay bebés que consiguen un poco más tarde algunas cosas. También ayudamos en problemas específicos relacionados en el gateo, el giro de la cabeza, el ritmo intestinal y el sistema respiratorio....

En los primeros meses ocurren los cambios fisiológicos corporales más importantes de nuestra vida. La maduración del sistema nervioso del bebé permite la mejora de su conexión con el entorno. En esta etapa es de vital importancia el correcto desarrollo y coordinación de los sistemas visual, vestibular y cervical. Son los encargados de conseguir que nuestro bebé empiece a tener control en el cuello para controlar los movimientos de la cabeza e iniciarse en la verticalidad.   Un motivo de consulta habitual son las preferencias de giro de la cabeza del bebé hacia un lado, las mal llamadas “tortícolis”. Otra consulta muy común son las plagiocefáleas o asimetrías del cráneo que suelen ser detectadas en este periodo de los 3-6 meses donde el crecimiento de la cabeza es rápido. En esta etapa el bebé inicia el despertar y reconocimiento de su propio cuerpo, realiza movimientos de croqueta iniciándose en la lateralidad y todo de la mano del desarrollo de los sentidos donde el tacto tendrá un importantísimo papel.   Ashley Montagu un reconocido fisiólogo explica que el órgano más importante de un bebé es la piel, y que el tacto es de vital importancia para el futuro desarrollo del sistema nervioso, del equilibrio de los órganos y de las emociones.   La Osteopatía es el arte de saber tocar. A través del tacto el osteópata estimula las zonas del cuerpo del bebé que necesitan movimiento. De esta manera se consigue la relajación de las zonas de tensión y mejora la funcionalidad. El análisis de la función de los huesos del cráneo y de la cara junto con el equilibrio de la columna cervical y lumbosacra son la base del trabajo osteopático hasta los 6 meses....

El recién nacido ha vivido una historia dentro del vientre materno y ha tenido unas vivencias durante el periodo de gestación, el parto y nacimiento. Su viaje a la vida extrauterina y la puesta en marcha de todos sus sistemas suponen un estrés fisiológico importante, probablemente el mayor de nuestra existencia.   En ocasiones los niveles de estrés se mantienen elevados tras el nacimiento y suponen la causa de algunos de los problemas funcionales que se etiquetan como “cólicos o irritabilidad”. Otras veces ese nerviosismo es dependiente desensaciones dolorosas o anómalas como es en el caso del reflujo o la disquecia.   El bebé expresa su malestar de la única forma que sabe, mediante el llanto y es crucial saber interpretar y entender lo que le está sucediendo. Equilibrar el sistema nervioso y su influencia en el resto de sistemas es la base de la Osteopatía para mejorar la causa de estos problemas.   También son habituales las alteraciones craneales bien por la influencia de la posición del bebé en el útero o por los  traumatismos asociados durante el nacimiento como son el fórceps y la ventosa. Plagiocefaleas, cefalohematomas, fracturas de clavícula son alteraciones donde la Osteopatía ayuda a aliviar los síntomas del bebé y a mejorar el desarrollo de la función neuromusculoesquelética....