La Osteopatía es una profesión especializada en el tratamiento manual de las personas. Tiene unos principios científicos que ponen el foco en el potencial de recuperacion de cada individuo. El cuerpo, la mente y nuestro entorno funcionan como uno, como una globalidad personal; individual y única.
Los tejidos precisan de una buena circulación y nutrición celular para funcionar correctamente. Los nervios, los vasos, los huesos, las glándulas…todas las estructuras del cuerpo gobiernan nuestras funciones. El cuerpo siempre tiende a autoregularse para su curación, por tanto todas las personas tienen el potencial para estar saludables si la estructura está íntegra.
La Osteópata Pediátrica más importante, la Dra.V.Freeman, decía que todos los bebés deberían recibir un tratamiento osteopático tras el nacimiento y durante los 2 primeros años, el periodo de mayor esfuerzo fisiológico de nuestra vida. Este espacio de tiempo se denomina periodo primal, donde se establecen las bases de nuestra salud adulta.
La 1a visita entre el 2º-10º día de vida (lactancia-estrés), a los 21 días (lactancia-apego), 1,5º mes (despertar ocular), 3er mes (cráneo-preferencias), 4,5º mes (cervicales-manos), 6º mes (sentado y alimentación), 9º mes (desplazamiento por el suelo), 12º mes (ponerse de pie), 18º mes (caminar), 24º mes (marcha). Desde los 2 años hasta los 14 años; 2 visitas al año coincidiendo con cambios importantes de actividad en la escuela, deporte o estaciones.
La primera visita es empezar a conocernos, la primera toma de contacto para iniciar una relación de confianza. Hablaremos sobre el motivo por el que venís a vernos y os haremos una serie de preguntas enfocadas siempre a entender mejor la situación en la que estáis.
Una vez registrada toda la información empezamos la exploración siempre lo más respetuosa posible sin causar molestias con nuestro tacto. Una vez localizados los tejidos a tratar, hacemos el tratamiento explicando donde esta el problema y como podemos ayudaros. Finalmente antes de acabar la visita haremos el plan de trabajo con herramientas (ejercicios) para que en casa también podáis ayudarles a estar mejor.
El diagnóstico osteopático empieza con una hipótesis inicial y en cada visita vamos confirmando dicho diagnóstico. Este proceso dinámico es una de las caracteristicas más importantes de la osteopatía ya que nos permite ajustar el tratamiento exacto a las necesidades en cada visita.
El diagnóstico osteopático no precisa de un diagnóstico médico previo, aunque suele ser habitual tenerlo y en caso de ser necesario colaboramos con el especialista adecuado. Uno de los principales problemas actuales son las «etiquetas diagnósticas» ya que se encasilla al paciente en una sola causa del problema, cuando la realidad de los problemas suele ser multifactorial.
La Osteopatía es el arte de saber tocar. A través del tacto el osteópata estimula las zonas del cuerpo del bebé que necesitan movimiento. De esta manera se consigue la relajación de las zonas de tensión y mejora la funcionalidad. Los tejidos nunca mienten, su elasticidad, su temperatura, su sensibilidad son la expresión del estres y el dolor en el cuerpo. Descubrirlos y relajarlos es clave para cambiar síntomas para que los peques se sientan mejor.
Alimentación, descanso, apego, contacto físico, relación con el entorno…son vitales para la fortaleza de nuestro sistema inmune y endocrino. Son las bases de la Osteopatía, la salud pediátrica del futuro. Fortaleciendo el contacto manual, entiendendo el cuerpo como una unidad donde todos los sistemas están relacionados y tienen la capacidad innata de autoregenerarse.
La Osteopatía aunque en ocasiones parezca mágica por su rápida mejora tras el tratamiento, aproximadamente uel 70% de las visitas requieren de 3-4 visitas para la resolución de los problemas. Pero el tratamiento osteopático no solo está enfocado a resolver el síntoma sino a reforzar la salud en cada una de las visitas. En cada uno de los seguimientos se realiza el tratamiento indicado para el momento en que se encuentra el bebé-niño/a.
Todas nuestras visitas son presenciales, y una vez iniciado el tratamiento tenéis comunicación directa si lo necesitais. El grueso de los problemas pedátricos son funcionales, podríamos decir «menores» o no graves, por lo que convierte a la Osteopatía en la disciplina sanitaria ideal para los más peques, sin medicación ni intervencionismos excesivos.